¿Cuándo vas a llegar?
Solo una queja tengo, simple
y sencillamente porque sé que existes y
no comprendo que te detiene a aparecer, llevo esperándote un largo rato y he
intentando encontrarte en otras caras. Intento visualizar quien eres, en donde
te encontraré y que será lo que nos hace
conectarnos.
Te imagino parecido a mí, al menos en la filosofía y en lentes para percibir la vida, con sus
respectivos fenómenos desorbitante.
Siento que me harás observar
algunas cosas que no son como las imaginaba, y a la vez te mostrar, lo que he
recogido de algunos tropezones. Anhelo ese mapa que me indicaba siempre como volver al centro, ese lo perdí, llevo tiempo caminando a solas con la
libertad de ir por todos los caminos, para conocer lo que voy a compartirte.
Quizás te estoy idealizando y quizás se deba a que esta idea de tenerte, es un deseo extraño
a mí.
Por muchos años ansiaba brincar más allá de la barda del jardín para
probar el mundo, hoy creo que ya vengo de regreso con muchas cosas en la mano. Traigo algunos
recuerdos de otras partes del mundo, cicatrices de accidentes pasados que
decoran mi piel y algunas que otras manías que aun no logro desempolvar
¿Será que aun no has llegado
porque he restringido la entrada?, ¿Será que aún faltan algunas piezas que tengo que conseguir para
poder construir ese acceso?, ¿Será que aun no he conseguido la suerte para
terminar el hechizo ? o ¿Será que tengo demasiado miedo.
Entre lo real y lo
imaginario me confundo, para volver a la realidad que disfrazo con estos pensamientos, para no aceptar y
acentuar la falta que constantemente nos retorna a la soledad.
Soledad sin ser signo de carencia, sino de un estado continuo
en donde indudablemente y a toda hora hay que hacerse cargo de con uno mismo,
sin tener bastón en donde recargarse del todo.
Sin embargo ella me
fortalece y me ejercita, para poder enseñarte lo mejor aquel día que llegues. Dicen que será inesperado.
Comentarios
Publicar un comentario